Integrantes del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) ocuparon el apartamento por el que el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado a 12 años de prisión.
Unos 30 militantes del MTST invadieron un ático de tres plantas situado en la playa de Guarujá, en Sao Paulo, y que, según la Justicia, pertenece al exmandatario (2003-2010), preso desde el pasado 7 de abril para cumplir una pena por corrupción pasiva y lavado de dinero.
“Si es de Lula es nuestro. Si no, ¿por qué lo detuvieron?”, dice un cartel colgado por los Sin Techo en una de las terrazas del apartamento.
Los Sin Techo saltaron las rejas, subieron hasta el apartamento por las escaleras y derribaron la puerta de entrada, según confirmaron fuentes de la Policía.
Tras negociar con la Policía, los integrantes del MTST abandonaron el edificio de forma pacífica unas tres horas después de la ocupación y la Policía Federal fue activada para realizar una pericia sobre los posibles daños ocasionados en el apartamento.
El MTST, uno de los movimientos más activos del país, es liderado por Guilherme Boulos, precandidato presidencial del izquierdista Partido Socialismo e Liberdade (PSOL) y defensor del expresidente Lula (Partido de los Trabajadores).
Boulos fue el encargado de movilizar a centenares de integrantes del MTST frente a las puertas del sindicato de los metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo el pasado 5 de abril, cuando fue decretada la prisión contra el antiguo líder sindical.
El exmandatario pasó 48 horas atrincherado en la sede del sindicato, apoyado por aliados políticos y miles de simpatizantes, entre ellos del MTST, movimiento que lucha por el acceso a la vivienda en Brasil.
MODIFICAN CONDENA
Lula, quien se encuentra preso en la sede de la Policía Federal de Curitiba, fue condenado por el juez Sergio Moro a nueve años y medio de prisión acusado de recibir el apartamento de Guarujá por parte de la constructora OAS a cambio de beneficios durante su gestión.
La pena contra el exmandatario fue ratificada y ampliada a 12 años y un mes por un tribunal de segunda instancia el pasado 24 de enero.
Lula, de 72 años, ha reiterado su inocencia y ha insistido en que es víctima de una “persecución política” que busca impedir su candidatura de cara a las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre.